El fuego purifica y libera.
Las llamas candentes,
como el amor que te profesé cada noche...
Las brasas ardientes de nuestros besos, nuestro sexo.
El fuego contra fuego
Único capaz de llevarse tu recuerdo.
Quémate a mi lado.
Todo mi ser aspira a una sola cosa:
encontrar a quien yo sé,
no en el sueño sino en el lugar
de los cuerpos tangibles.
Alejandra Pizarnik.